Pedagoga Gloria Benítez
- ¿Qué son las rabietas?
Las rabietas son comportamientos o conductas, muy intensas, que se experimentan en la edad infantil. Suelen aparecer entre los 1 a 5 años de edad y reflejan la dificultad que tiene el sujeto para manejar y controlar sus emociones o la incapacidad de expresar, de manera verbal y controlada, lo que necesita. Según la Real Academia Española (RAE) son: impaciencia, enfado o enojo grande, especialmente cuando se toma por leve motivo y dura poco.
Por lo general, conforme los niños y niñas van creciendo, van conociendo sus emociones y las van regulando de manera más efectiva. Pero, en algunos casos, se suele alargar en el tiempo o puede llegar a ser un comportamiento permanente en la personalidad del niño/a, lo que supone una situación de incertidumbre y angustia por parte de los padres y madres. Este hecho hace que las familias decidan buscar ayuda y orientación para aprender y generalizar estrategias que ayuden a controlar esas emociones tan intensas y que sus hijos/as puedan dejar de sentir esas situaciones de desesperación cuando quieren algo.
¿Cuál es el origen de una rabieta?
El origen pueden ser por un proceso natural de maduración o por una emoción muy intensa que origina frustración y malestar emocional. En muchas ocasiones, si los niños/as tienen un lenguaje poco desarrollado y les es difícil comunicarse, les cuesta aún más expresar lo que sienten o les pasa y aumenta aún más ese malestar emocional y frustración. Por lo general, se puede exponer varias causas de las rabietas:
– No conseguir aquello que quieren
– No estar de acuerdo con la decisión que ha tomado un adulto: hacer algo que no les encanta, cambiar de actividad, poner fin al juego…
– Llamar la atención
– Manifestar que algo no les gusta
– Cansancio
¿Como diferenciar una rabieta de un enfado?
Es muy importante identificar una rabieta o berrinche y diferenciarlo de un enfado con el fin de comprender y abordar las emociones del niño/a en diferentes momentos. Algunas de las señales de alerta de las rabietas son:
– Patear y/o golpear cosas o personas
– Decir no a todo
– No quieren límites ni reglas
– Lanzar o tirar objetos
– Intentar controlar todo
– Resistencia a seguir las instrucciones
– Respiración acelerada, llorar y gritar de manera prolongada e intensa
– Pueden llegar a autolesionarse
- ¿Que hacer si mi hijo/a presenta muchas rabietas?
Creo que es muy importante valorar el porque suceden esas rabietas, cuál es la causa. Lo primero que yo haría sería acudir a un equipo multidisciplinar, como MSClínica, para analizar las situaciones que originan esas rabietas. Otras de las cosas que propongo es hacer autorregistros de las rabietas, con qué frecuencia se originan, porque se han originado, el grado de malestar que supone al cuidador… Para así tener más información a la hora de acudir a un profesional.
En muchos casos, como hemos comentado, esas rabietas están originadas por la incapacidad de no pode comunicarse. De ahí la importancia de acudir a los profesionales de Logopedia para estimular el lenguaje o buscar otras alternativas que le ayuden a comunicar lo que sienten o quiere, para así disminuir su frustración y malestar; y sentirse comprendidos.
- Algunos consejos para gestionar las rabietas infantiles
En mi trayectoria he tenido algunos casos de rabietas infantiles y creo que lo más importante es que los padres/madres o cuidadores principales sepan como actuar en cada momento y no se sientan débiles al gestionarla. Algunos apuntes sobre rabietas y cómo se pueden gestionar son los siguientes:
- Que el niño/a no se salga con la suya. Si aprenden que pueden conseguir lo que quiere con la rabieta, se refuerza la conducta y la generaliza.
- En la medida de lo posible, hay que intentar ignorar la rabieta del niño/a e intentar desviar la atención en otra cosa.
- Mantén la calma y esperar. Evitar enfadarse crea un ambiente más tenso, y al final crea un malestar emocional en el adulto y en el niño/a.
- Los niños/as necesitan autoridad y serenidad por parte de los adultos.
- Cuando haya pasado la rabieta y esté calmado, trata de argumentarlo brevemente y adaptado a su edad. Ayúdale a identificar sus emociones y expresarlas comunicándose.
- Dale tiempo, tiene que gestionar la emoción.
- Sé firme y constante. Poco a poco, irán aprendiendo, pero hay que poner límites y educarles para que esas situaciones le cuesten un poco menos.
Aún así, como ya he comentado anteriormente, cada caso es diferente y es necesario evaluar la situación y adaptar los objetivos y actuaciones dependiendo de sus características. Por ello, animo a todas las familias a dejar atrás episodios de malestar emocional o experimentar día tras días situaciones sociales que no son de nuestro agrado… Por la salud mental de los más pequeños y de las familias, es muy importante intervenir lo más pronto posible.