Utilizamos el término picky eaters cuando hablamos de niños muy selectivos con la comida.Son niños que se resisten a probar nuevos alimentos.
¿Cómo saber si tu hijo es un picky eaters?
Si es muy selectivo con los alimentos y su variedad es muy limitada; juega mucho con la comida pero come poco y, además, lo hace muy despacio. También es reacio a probar alimentos o sabores nuevos y rechaza muchas comidas (especialmente frutas y verduras) en favor de alimentos con mucho azúcar o harinas. ¡Tienes un picky eaters en casa!
Estos niños llegan incluso a rechazar invitaciones a sitios donde saben que va a haber comida, por su constante negativa a probar cosas nuevas. Además, tratan de evitar que los alimentos nuevos que hay en su plato toquen los ya conocidos por temor a que estos últimos se “contaminen” y acabe por no gustarle nada del plato.
¿Qué hacemos si nuestro hijo es “quisquilloso” con la comida?
La actitud de los padres es importante y puede influir a la hora de que los niños desarrollen (o no) comportamientos disfuncionales con la comida. Así, en muchas ocasiones se suelen obviar las señales de saciedad de los hijos, “obligándolos” a comer una cucharadita más con la excusa de que es la última. Lo mismo ocurre si se utilizan premios o castigos relacionados con los alimentos o los que ofrecen una alternativa si no quieren lo mismo que come el resto de la familia.
Todo ello afecta a la relación de los pequeños con la comida y con su actitud ante los alimentos. También influyen negativamente otros factores, como la introducción a los alimentos sólidos pasados los 9-10 meses
¿Cuándo nos preocupamos?
Aunque se considera algo pasajero, no deja de ser preocupante que nuestros niños rechacen determinados alimentos sin una causa aparente. Y si bien es cierto que estos niños delicados con la comida se suelen situar dentro de las gráficas de peso y talla, aunque en el futuro sí suelen ser más delgados. Algunos signos de alarma son:
- Si come muy pocos alimentos o incluso deja de comer por completo (come menos de 20 tipo de alimentos diferentes)
- Cuando no pone el peso que debería.
- Aparecen náuseas al hablar o ver la comida.
- Hay vómitos y diarreas.
- Al pequeño le cuesta tragar o se atraganta fácilmente.
En caso de aparecer cualquiera de estos síntomas, debemos consultar con un profesional